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A favor de la calle. Edificio habitacional en Ciutat Vella de Josep Llinás Carmona.

Texto escrito en 2015 mientras cursaba la maestría de "Teoría y Práctica del Proyecto de Arquitectura" en la cátedra de Pere Joan Ravetllat en Barcelona.


Anónimo, imagen desde la calle d’En Roig


     El siguiente artículo pretende analizar una de las obras de Josep Llinás Carmona y lo hace centrándose en los aspectos referentes a su implantación en la ciudad. Así, el edificio habitacional será observado como respuesta y producto de su entorno urbano, poniendo énfasis en los diferentes niveles de relación que existe entre ciudad, edificio y vivienda a través de su comparación y escala.

 

     El edificio fue construido en Ciutat Vella, tradicional barrio del centro de Barcelona en 1995, y por tanto se inscribe en un trazado urbano histórico.  Se implanta en un lote esquinero cuyo frente mayor da a la angosta calle d’En Roig y el menor a la calle del Carme. Son tres bloques de departamentos que se levantan sobre una plataforma base de dos plantas que los une. El bloque esquinero tiene cuatro plantas con tres apartamentos cada una, los otros dos tienen tres plantas con dos apartamentos igualmente distribuidos. La altura del edificio es similar a la de las manzanas del entorno; un entorno caracterizado por una alta densidad habitacional y por su trazado vial muy parecido al medieval, es decir, edificios altos en calles angostas, lo que dificulta en cierto modo el confort en cuanto a ventilación e iluminación para las viviendas. El proyecto de Josep Llinas logra resolver el inconveniente sin discrepar con la morfología propia del sector.


Ubicación del edificio en Ciutat Vella. Barcelona


          A continuación se describe y analiza en cuatro apartados, los aspectos que considero más significativos en la relación Ciudad, Edificio y Vivienda:

 

 

1.     La ventana y la calle

 

     La particular estrechez que presentan la mayor parte de las calles de Ciutat Vella, por mantener un trazado vial anterior al aparecimiento del transporte moderno, obliga a que los edificios, -que también con el tiempo han crecido en altura- se miren frontalmente y de cerca, cerrando, de alguna manera, la calle y volviéndola acogedora, pero, a su vez, complicando las visuales, iluminación y privacidad de las viviendas.


Ventanas existentes en la propuesta y en el sector. Esquema sobre dibujo base extraído de la revista Quaderns 203 Pag. 70-74


El proyecto toma en cuenta el aspecto que tienen las fachadas en el sector, caracterizadas por sus ventanas y balcones de vanos, más bien, pequeños, por tratarse de edificios construidos –muchos de ellos- a base de muro portante; sistema constructivo propio de siglos precedentes, y cuya fisonomía y empleo son pertinentes en la actualidad. Josep Llinás toma las proporciones de aquellos vanos del pasado que rodean al edificio para diseñar sus ventanas, considerando que su construcción ya no emplea el muro portante, sino el hormigón armado, mismo que permitiría ampliar los vanos de ventana a todo el largo de la fachada como había sugerido el Movimiento Moderno y cuyo precepto puede verse en la plataforma comercial de planta baja del edificio. Para los bloques de viviendas, sin embargo, prefiere dar prioridad al entorno construido e histórico y así poder interpretarlo, respondiendo mejor al carácter privado que requiere una vivienda. Además, podría leerse como transcripción no literal del pasado: el retranqueo del bloque central para formar una terraza sobre la cubierta de la planta baja, reinterpretándose así el balcón histórico típico de las edificaciones aledañas, y al igual que estos permitiendo que la vida urbana acceda al mundo doméstico.        

Ventanas corridas en planta baja. Esquema sobre dibujo base extraído de la revista Quaderns 203 Pag. 70-74

Retranqueo del volumen central. Esquema sobre dibujo base extraído de la revista Quaderns 203 Pag. 70-74


En los bloques externos del edificio, aparecen unas ventanas que corresponden al área social o sala-comedor de la vivienda, y siendo esquineras se extienden más allá de la geometría de la habitación, deformando todo el bloque como desprendiéndose de este. Son ventanas que no quieren mirar únicamente lo que tienen en frente, sino que buscan visuales laterales, ampliando su perspectiva a lo largo de la calle. O como sucede en el bloque central, donde el área social ubicada al fondo de todo el conjunto, por medio de su desprendida ventana logra salir hasta la calle. De esta manera el efecto o la sensación de un edificio “encerrado” en una calle angosta se logra mitigar por medio de sus ventanas.


Visuales hacia las calles desde el área social. Esquema sobre dibujo base extraído de la revista Quaderns 203 Pag. 70-74

Ventanas salidas en el área social. Esquema sobre dibujo base extraído de la revista Quaderns 203 Pag. 70-74


2.     Proporción interna

 

     Las viviendas repartidas en los tres bloques del edificio mantienen la proporción rectangular de la mayoría de lotes existentes en las manzanas cercanas, es decir; el frente de un lote típico guarda semejanza  con el ancho de cualquiera de los apartamentos. Es así que, el área de cada apartamento del proyecto sería similar al área utilizada por las viviendas circundantes, dejando entrever que quienes habitan el edificio pertenecen a la misma clase social y comparten maneras semejantes de vivir que quienes habitan en el barrio.


Algunos lotes y apartamentos


3.     Comunicación y acceso urbano

 

     El acceso al edificio se encuentra en la estrecha calle d’En Roig, a la que ofrece su fachada más amplia, haciendo esquina con la calle del Carme. La planta baja está destinada para uso comercial al igual que casi todas las plantas bajas del sector. Esta planta y el entresuelo se retranquean en la esquina invitando a acceder al edificio por la calle d’En Roig; de esta manera, también se amplía el espacio público de la acera, el mismo que por ser esquinero se muestra como una entrante de la calle del Carme, entrada que se acentúa con las plantas altas del edificio, las mismas que no se retrancan y mantienen la rasante del lote, formándose un vano a escala urbana que indicaría el acceso a la calle d’En Roig 



Espacio público en planta baja e ingreso a la calle d’En Roig. Esquemas sobre dibujo base extraídos de la revista Quaderns 203 Pag. 70-74


El retranqueo de las dos primeras plantas del edificio permite la existencia de un espacio público como vestíbulo de la calle, vitalizado por los comercios de las plantas bajas. Además dicho retranqueo posibilita que visualmente puedan conectarse la calle del Carme y su paralela, la calle de l’Hostpital; circunstancia que no hubiera sido posible sin retranqueo, debido al quiebre y la estrechez de la calle d’En Roig. 

 

Si la propuesta de Josep Llinás hubiese ocupado el lote hasta la línea de fábrica dejando retiro posterior, (como generalmente suele proponerse) la estrecha calle d’En Roig habría parecido un “callejón sin salida”. Sin embargo, es gracias al retranqueo frontal realizado en planta baja, -el mismo que se alinea al segundo tramo de la calle- que se logran conectar, ahora también de manera visual, las calles del Carme y l’Hospital, ambas, extremos de la calle d’En Roig donde está el edificio, connotando, a su vez, accesibilidad y comunicación visual urbana.   


Retranqueo diagonal en planta baja y conexión visual entre las calles del Carme y l’Hospital


4.     Forma y fragmento

 

     Las dos primeras plantas del edificio a lo largo de la calle d’En Roig forman el basamento sobre el que se levantan los tres bloques de viviendas que alcanzan la altura de las manzanas circundantes. Estas “torres” aunque mantienen proporción entre sí, no se organizan guardando ningún orden aparente, más bien pareciera que se hubiesen deslizado libremente sobre la plataforma de planta baja, dando la impresión de haberse desarticulado o fragmentado. Sea como fuere, lo importante es que los bloques se encuentran separados unos de otros permitiendo ventilar e iluminar sus viviendas al interior.

Apartamentos en los tres bloques de viviendas. Esquema sobre dibujo base extraído de la revista Quaderns 203 Pag. 70-74


    El hecho de que el edificio se levante fragmentado en tres bloques, a más de facilitar la distribución y orientación de los apartamentos, provoca que la luz natural revote en las paredes blancas de los bloques accediendo directamente a la calle. De esta manera el edificio habitacional contribuye a iluminar naturalmente una calle que por sus características histórico-morfológicas se mantenía a la sombra.


Incidencia de luz entre los bloques de vivienda. Esquema sobre dibujo base extraído de la revista Quaderns 203 Pag. 70-74

 

     Esta aparente desarticulación de los volúmenes de vivienda guarda también relación con el carácter morfológico de Ciutat Vella, cuyas manzanas por su desarrollo histórico no responden a ninguna planificación de geometría racional, haciendo que ninguna manzana sea igual a otra y contrastando fuertemente con la rígida y homogénea geometría del Ensanche Barcelonés. Esa peculiaridad formal de las manzanas, junto a la alta densidad habitacional, provoca que las edificaciones allí existentes adquieran volumetrías complejas que se alteran, desarticulan o fragmentan, para encontrar accesibilidad, ventilación o iluminación, configurando y constituyendo el particular tejido urbano histórico del centro de la ciudad.


Muchas edificaciones en el sector fragmentan o modifican su morfología para encontrar conexión con la calle. Manipulación de imagen satelital.


Ninguna manzana del casco antiguo es igual, son agrupaciones fragmentadas de un todo  urbano. Contrastan con la cuadrícula del Ensanche a la izquierda. Manipulación de imagen satelital


Conclusión:

 

     El edificio habitacional que implanta Josep Llinás Carmona en Ciutat Vella se fundamenta en lo existente, es el contexto quien lo configura, como si fuera la misma ciudad quien diseña o como si el arquitecto dejara que ésta le hable, siendo la práctica proyectual un trabajo de traducción antes que de creación; el arquitecto escucha a la ciudad para expresar luego con formas y materiales lo que ésta dice. De esa manera, dialogando, es que la arquitectura forma parte de la ciudad, lo doméstico y lo urbano se relacionan siendo la arquitectura únicamente su estimulante moderador.


El proyecto se implanta en una ciudad histórica, cuyo sistema constructivo, materiales y formas responden a otros parámetros. Este proyecto no trata de imitar la ciudad histórica, carece de esa nostalgia que disfraza de pasado a ciertas arquitecturas. Al contrario, se alimenta de preceptos modernos, sin subordinarse tampoco a ellos, pues no cae en ningún alarde tecnológico-espacial. Es una arquitectura que simplemente escucha a su entorno formando parte de este, sin mostrarse discordante o estridente, pero tampoco cayendo en el anonimato indiferente de una construcción más.

 

El edificio se levanta en su propio lugar: su lote, su esquina, su ciudad. La arquitectura simplemente está ahí para manifestarse a su favor, a favor de su calle.


Kléver Vásquez


Anexo fotográfico:











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